Llegó a mis manos este documento, nos cuenta cómo nuestros antepasados dejaban sus herencias a la iglesia con un contrato de celebración de misas para la salvación de sus almas (Capellanías). Si actualizáramos los datos a la fecha actual, veríamos que era un negocio muy rentable. Quizás lo más interesante sería, de tener tiempo y ganas, seguir la pista de esos bienes y comprobar en qué manos terminaron.
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